Debes preguntarte qué quieres que perciban tus clientes cuando consuman tu producto o utilicen tu servicio, cómo quieres que se sientan. Eso te guiará a la temática que se identifica con tu idea principal. Mirando desde la perspectiva del cliente, podrás entender lo que más favorezca que entienda el mensaje que quieres transmitir.
Por ejemplo, si tu emprendimiento es culinario, ¿qué debe evocar a los clientes? Puede ser sabores del mar, relacionándolo con relax, playa, vacaciones, tranquilidad. Cosas dulces, evocando la infancia o sencillamente para los amantes de los postres. Es la experiencia que tenga el cliente, la que lo va a conectar con la identidad de tu negocio.
Está íntimamente relacionado con eso que te identifica. De allí surge descubrir si tu emprendimiento tiene un estilo clásico, moderno, vintage, tecnológico, chic, y así muchos términos que sólo tú, que impulsas tu negocio, puedes determinar.
Se deriva del primer punto, ya que al saber la temática, ésta siempre se representa con determinados colores. Esto lo unimos a la psicología del color y obtenemos el color correcto para tu imagen. ¿Quieres saber más? Visita: El color de tu emprendimiento